Rosamarta Fernández

QUÉ PEDO

QUÉ PEDO Era mi primer día de escuela en el colegio de monjas “Anglo Español”. Y fue el último. Cursaba el tercer año de primaria. Me habían expulsado del colegio Motolinía, también de monjas, por haber golpeado a Lolita, sobrina de la directora. La golpeé porque no soporté la forma grosera, humillante en la que trataba a todas las demás, …

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DOS RECÁMARAS

Dos recámaras había en nuestro modesto departamento, una la ocupaba mi madre. Lugar de ensoñación, habitado por un tocador donde pululan frascos de cristales coloridos con esencias de rosas, pachuli, arpegio, que llevan a cerrar los ojos, aspirando paisajes de valles, lagos, montes, plumajes, vientos. Y un ropero, de acceso restringido con llave, en el que se encierran pieles de …

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LA LLAVE

Sueño que estoy soñando, voy con la pierna derecha desnuda hasta la cintura, en un tren; es el Chepe. Serpentea una vegetación fuerte, viva, de la que no distingo más que las sombras con las que imagino las formas. Es de noche. Emoción expectante de saber que cruzaremos túneles oscuros que me van a revelar paisajes internos con luz nueva. …

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INSTANTE

  U  n instante de placer ante los últimos estertores del atardecer que se desangra vertiendo su malva sobre el mar, el despertar incierto de la oscuridad con miles de ojos temblorosos que se abren parpadeando ante su propia luz y una brisa que lengüetea el cuerpo musitando que te abras toda. Pero tú no estás  

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Huellas

Amor que no supo encontrar su lugar en el tiempo, hoy regreso a mis tinieblas. Quedan las huellas de tus manos esculpiendo mi cuerpo con avidez como si tuvieran que reinventarlo una y otra vez. Queda el roce de tu pelo entre mis muslos y ahí la humedad de tu boca que provoca la mía toda. Queda la dureza que …

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NINA

  H  incada a mitad del patio de la escuela, con los brazos en cruz, a la vista de todos, como mal ejemplo, Nina se debatía entre la vergüenza y la rabia. No era la primera vez. Las monjas castigaban así su rebeldía y sus frecuentes peleas a golpes con otras niñas. Casi siempre les ganaba. No peleaba a arañazos …

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EL SOMBRERO

Por un pasillo del metro Merced, pasa una MUJER. Lleva un vestido hasta el tobillo, anticuado, raído, con flores estampadas. Sobre su cabeza, un sombrero de ala ancha sostiene un bouquet de flores rígidas. Algunos transeúntes la miran curiosos. Ella lo percibe con placer. Camina erguida, con aire desdeñoso. Al entrar al andén, se abre paso entre la multitud, deteniendo …

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AMAR O MORIR XII ANDREA

Cuando entras aquí, te desnudan hasta de tu identidad. Yo trabajaba en familia. Cuando llegas, dejas de ser hija de…, hermana. Se te rompe la vida. Te denigran. Yo estuve arraigada. Me dijeron que estaría como testigo y acabé como indiciada, acusada de secuestro. Me dieron cuarenta años. Llevo doce recluida en Santa Marta Acatitla. Tenía 1diez años cuando mis …

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Paseo nocturno iii

Homenaje a Rubem Fonseca*   Regresaba tarde del trabajo. Mi mujer había dejado un recado con mi secretaria: -Pasa a recoger el salmón ahumado para la cena de hoy con tus padres al restorán Delicatessen. Te queda de camino-. Me fastidiaba la idea de tener que apresurarme y no poder hacer mi paseo nocturno acostumbrado que tantas satisfacciones me daba. …

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Porqué escribir?

Lo primero que acude al pensamiento, es porque me provoca un gran placer. Porque mediante la escritura, vislumbro un posible retorno al equilibrio. Porque entrar en ese espacio cerrado, pero sin límites, es una fiesta de libertad, en la que puedo, desde la duda, rescatar, reconstruir, reordenar, fragmentos de mi historia o de historias ajenas que me han marcado; Mentir …

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AMAR O MORIR XI ALEX

  S  u esbeltez se desplaza ondulante por los pasillos del penal de Santa Marhta Acatitla, mirando al mundo con el rabillo del ojo desde un metro ochenta. Parece un personaje escapado de otra obra, otro paisaje; fuera de lugar. Su rostro altivo, con perfecto maquillaje, sonríe poco. Se expresa a media voz, sopesa las palabras. Poco a poco se abre, …

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AMAR O MORIR X LISA

Llegué al penal de Santa Martha Acatitla, acusada de fraude por venta de plazas en Petróleos Mexicanos. Con quince años de sentencia. Llevo nueve. Mi padre, Ingeniero civil, general, miembro de Guardias Presidenciales, mi madre maestra de Filosofía en la UNAM. Se adoraban. Él disciplinado, impositivo. Ella cariñosa. Fui hija única, mimada, sin carencias. Siempre con actividades: ballet, piano, teatro, …

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