Cosa de mujeres VIII

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Salma Hayek/ imagen tomada de internet

 

 

Todas queremos ser Salma Hayek
Para Salma, por supuesto

 

 T e lo juro manita chula. Yo conocí a Salmita en la escuela. No te rías zonza. En buen plan. Estudiamos juntas la primaria. También traté a sus primas, a sus tíos y a sus papás, antes de que se divorciaran por supuesto. Con decirte que en una ocasión vi a su abuelita, doña Adela, la que siempre estaba en la tienda. Era buena onda la Salmita. Por eso me emputa que la pinche prensa le tire tanta mierda. Cabrones, les da coraje que una provinciana haya llegado hasta Hollywood y camine sobre la alfombra roja, con sus poses de verdadera diva, porque de que es diva es diva, eso ni quien se lo niegue, si ya desde chiquita se le notaba ese aire de distinción.
Te lo juro, yo siempre dije que la Salmita llegaría lejos, y ya vez, codeándose con los meros chipocludos. Retratándose con el ensabanable de Puff Diddy en su cumple, en ese Festival de Cine que dicen es muy importante, y la invitaron de jurado, filmando con el papacito de Colin Farell, que únicamente se lo perdono por ser Salmita, que si fuera otra le miento la máuser. He visto todas sus películas, soy su fan número uno de Coatza. Pero te digo una cosa manita, esa película en que sale de pintora marimacha no le entendí ni jota, per como todos dicen que es muy famosa, pues no hay pedo.
Chatita aquí entre nos, pero que no salga de estas paredes, ya sabes lo chismosas que son las compañeras, me muero de envidia, así como lo oyes, no pongas esa cara de pendeja, envidia de la mala que es la peor. ¿Por qué la Salma y yo no? Si
Soy más alta que ella, y todo lo mío es naturalito, nada de cirugías y planchaditas, si me miran los trabajadores todo el día, es porque no estoy de a tiro dada al catre. Claro a esa todo se le dio fácil, un papá con harta lana para empujarla, así hasta yo. Todo en charola de plata y sábanas de seda. Y una aquí chingándose, sobándose el lomo todos los días. No, si la vida es cabrona y recabrona, por un lado a unas les da todo y a otras les quita. Y aquí estamos de jodidas, de pinches clasemedieras no pasamos.
Te digo manita chula, que la vida es muy injusta conmigo. Estoy juntada con un gañán de porquería que se la pasa borracho todo el tiempo, y de paso me da unas madrizas que ni te cuento. Cargo con cuatro chamacos pendejos que ya me tienen hasta el gorro con sus reclamos, y la cabrona de la Salma cambiando de novios como de calzones. Te digo, si hasta le prendo su veladora a San Juditas, y ni así manita. Fíjate…

Acerca de José González Gálvez

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