José María Velasco: plástica de la observación

velasco
Foto: Teresa Ochoa

 

 

  • Ciento setenta y cinco años del paisajista mexicano, del botánico con una clara perspectiva de la arquitectura, José María Velasco

Con tan sólo trece años se inicia en el mundo del dibujo y cinco años más tarde, ingresa a la Academia de San Carlos bajo la tutela de Eugenio Landesio, pieza clave en la formación del paisajista,  que no sólo dedicaría su vida al arte, pues Velasco igualmente incursionó en el estudio de la Geología, Botánica y Zoología, tesis publicada en su mayoría.

El pasado 16 de julio, mediante una mesa redonda en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, se evocó la vida y obra del artista, con la participación de Víctor Rodríguez Rangel, Andrés Reséndiz Rodea y María Sánchez Vega, que destacaron la originalidad del artista para plasmar el Valle de México.

“La capacidad de observación de José María Velasco es impresionante, yo no sé cuántas horas habrá dedicado a ver la Ciudad de México, pero me queda claro que la absorción del espacio lo tenía en la mente y lo pasaba al dibujo, lo que es complicado hacer como pintor o arquitecto. Transformar un espacio que está ahí en algo significativo a un lienzo o papel no es fácil, y Velasco lo logra”, indicó Sánchez Vega.

Su interés por la naturaleza, llevó a Velasco a la elaboración de dibujos de plantas y animales, lo cual permitió la clasificación de los mismos. El 26 de diciembre de 1978 leyó una ponencia sobre el ajolote, clasificado en la categoría de los anfibios, estudio que lo catapultó a la presidencia de la Sociedad Mexicana de Historia Natural.

La plástica de Velasco permanece generación tras generación como uno de los iconos más claros de la mexicanidad, y fue exactamente de lo que Porfirio Díaz se percató: los cuadros de Velasco plasmaban más que un paisaje, más que su fauna, flora y su gente… plasmaban a México en toda la extensión de la palabra. Estas pinturas serían una de las principales invitaciones al público extranjero para conocer el Valle.

Fue el mismo Porfirio Díaz quien le entregaría una medalla de plata, esto durante la 18° Exposición de la Escuela Nacional de Bellas Artes en 1877. Un año más tarde participó en la Exposición Universal, que llevaría en ascenso su carrera y la reproducción de varias de sus obras, a petición del público.

Víctor Rodríguez, jefe de curaduría del Museo Nacional de Arte, indicó que “José María Velasco fue polifacético como pocos, más allá de lo sensible, interpretación artística, campestre y pausados panoramas excepcionales instalados en la memoria colectiva; en él existieron otras facetas igual de memorables en el campo de la fusión de arte y ciencia”.

Trescientas pinturas al óleo, acuarelas, litografías y pinturas en miniatura son parte del acervo histórico del artista, uno de los  paisajistas más reconocidos del siglo XIX. La obra de José María Velasco está expuesta de manera permanente en el Museo Nacional de Arte, Tacuba 8, Centro Histórico, Delegación Cuauhtémoc.

Acerca de Teresa Ochoa

Léa también

Manuel Felguérez Barra, pionero del arte abstracto en México

Hereda un extenso trabajo plástico, con importantes aportaciones artísticas, que tendrá eco en múltiples generaciones …

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *