Una chica regresa sola a casa de noche

A partir del 30 de octubre

Cineteca Nacional

unnamed(1)

Con el propósito de refirmar su multiculturalidad, Ana Lily Amirpour, directora de la cinta Una chica camina sola a casa de noche, buscó en su personaje principal revalorar el rol de la mujer como un ser con gran potencial y poder, y con la capacidad de decidir cuándo utilizarlo, entregando así un sutil manifiesto feminista.

Luego de su paso por el 35 Foro Internacional, la cinta “Una chica camina sola a casa de noche”,  vuelve a su lugar donde se dio a conocer en México, la Cineteca Nacional, a partir del 30 de octubre.

Hablado en farsi, filmado en blanco y negro, este relato hibrido es también un sutil manifiesto feminista.

Arriesgada mezcla de géneros y estilos, evocando el western, el terror y las novelas gráficas, la historia vampírica de Una chica camina sola a casa de noche (A Girl Walks Home Alone at Night, 2014), opera prima de Ana Lily Amirpour, se estrena en la Cineteca Nacional después de haber captado la atención de la crítica del Festival de Sundance 2014 y exhibirse en el 35 Foro Internacional.

La historia se desarrolla en la ficticia ciudad iraní Bad City, sitio decadente en el que transitan todo tipo de personajes marginales, que permanecen ignorantes del peligro que les acecha en una chica que deambula por las noches solitaria, cubierta de pies a cabeza por un chador persa. Se trata de una vampiresa que se alimenta de criminales en una rutina justiciera que sólo se interrumpe cuando conoce a Arash, quizá la única persona recta en toda la ciudad, un solitario como ella.

Basada en un cortometraje de Amirpour que ganó en el Festival de Cine de Noor en 2012, Una chica camina sola a casa de noche debutó exitosamente en el Festival de Sundance del año pasado durante el cual la directora británica de ascendencia iraní declaró haber escrito la historia para la actriz Sheila Vand, quien da vida a la protagonista y a quien siempre quiso ver interpretando a un vampiro.
Evidentemente influida por la composición de las tiras cómicas, la historia también fue llevada a una novela gráfica. Su puesta en escena da cuenta de los antecedentes cosmopolitas de Amirpour. Así, aunque la cinta está hablada totalmente en farsi y evoca una ciudad iraní, en realidad fue filmada en Kern, un pequeño condado del sur de California, en Estados Unidos.

En una entrevista con la revista especializada Electric Sheep, la cineasta comenta que ve a su película como “un cuento de hadas oscuro que tiene lugar en mi mente. Soy parte iraní y parte estadounidense, nacida en Inglaterra, y eso es como una sopa de muchos ingredientes. Lo que es maravilloso de este filme es que no tiene ninguna lealtad o apego con el mundo real y no tiene por qué hacerlo. Es como un sueño, tan sólo es consistente con él mismo”.

Aunque este filme evoca desde su título ciertas imágenes de una mujer indefensa, se trata de todo lo contrario dado que la protagonista no es ninguna víctima potencial, una damisela en peligro, y en cambio es el autor del crimen, “el monstruo”.

La fotografía monocromática de alto contraste, compuesta por Lyle Vincent, y los escasos diálogos, logran un mayor énfasis en los estados de ánimo de los personajes más que en la narrativa. Igualmente importante —la propia Amirpour es cantante y formó parte de una banda de rock—, la banda sonara incluye música que va desde los ritmos de fusión de Oriente Medio de Bei Ru, el  rock iraní underground de Radio Teherán y Kiosk, hasta las melodías occidentales inspiradas en el spaguetti western de Federale, banda con sede en Portland.

Acerca de Redacción

Léa también

María Félix, inspiración para artistas, escritores y compositores

  El pasado 8 de abril se rememoró el nacimiento y deceso de La Doña, diva …

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *