Manuel Felguérez

explorador de posibilidades infinitas

El artista zacatecano, que cumple 91 años este 12 de diciembre, inició hace un año los festejos por sus nueve décadas de vida
El poeta Octavio Paz lo consideró siempre “un artista lúcido y exigente consigo mismo”

  E  ste 12 de diciembre, el artista plástico zacatecano Manuel Felguérez, una de las personalidades del arte y la cultura más queridas en México, cumplirá 91 años de edad. “He tenido mucha suerte, siempre me ha ido bien, siempre me han llamado, no me he peleado con nadie, no soy peleonero”, dijo hace un año el artista considerado uno de los máximos representantes del movimiento vanguardista de La Ruptura en México.

Manuel Felguérez Barra nació en Valparaíso, Zacatecas, en 1928. Estudió en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) y en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM, y se especializó en las academias de la Grande Chaumier y Colarossi, de París, Francia.

Fue en esa ciudad donde inició su trabajo artístico como escultor con la guía del cubista ruso Ossip Zadkine, una de sus grandes influencias. Al volver a México, comenzó a distinguirse en el ámbito de la pintura y formó parte de la primera generación de artistas abstractos nacionales, abiertamente confrontados con la tradición de la Escuela Mexicana de Pintura, junto con creadores como Vicente Rojo, Fernando García Ponce y Lilia Carrillo.

Pintor, escultor y académico, en 1967 comenzó a dar clases en la Universidad de Cornell, Estados Unidos, y en 1975 fue investigador huésped en la Universidad de Harvard. En México siguió su trabajo como docente en la antigua Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM, y desde 1977 fue investigador del Instituto de Investigaciones Estéticas hasta su jubilación en 1990.

En su larga y fructífera trayectoria, Manuel Felguérez se ha desenvuelto en la pintura y la escultura, combinadas con el mural en espacios poco frecuentados por los artistas anteriores a él. En la década de los setenta del siglo XX, tras su tránsito del informalismo hacia tendencias herederas del constructivismo, aumentó el interés del artista por la utilización de la tecnología en la producción plástica, específicamente la computadora.

En los años ochenta regresó a las prácticas tradicionales, en las que se desempeña hasta la fecha, sin dejar de lado el arte mural a partir de la investigación tridimensional para obras en acero, además de cultivar la talla en mármol y ónix.

En su trayectoria ha recibido distinciones como la beca del gobierno francés (1954); el Segundo Premio de Pintura de la Primera Trienal de Nueva Delhi, India (1968); el Gran Premio de Honor en la XIII Bienal de Sao Paulo, Brasil (1975) y la Beca Guggenheim Fundation (1975). En México ha sido distinguido con numerosos reconocimientos, entre éstos en 1973 fue nombrado miembro de la Academia de las Artes y en 1988 recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Bellas Artes. Desde 1993 es creador emérito por el Sistema Nacional de Creadores de Arte.

Desde 1959 y hasta la fecha ha realizado más de 50 murales y escultura urbana en México, Colombia, Estados Unidos y Corea del Sur. Su obra se encuentra en museos y colecciones de México, Colombia, Estados Unidos, Cuba, Japón, Chile, Nicaragua, Argentina, India, España y Mónaco.

En 1968, el escritor y crítico de arte Juan García Ponce escribió: “Felguérez ha explorado siempre hacia adentro las infinitas posibilidades de los medios de expresión propios de su oficio. La naturaleza misma de sus materiales es siempre en él inevitable punto de partida para dar paso a la voluntad del artista de transformar el poder de sugestión de los materiales en un orden armónico, a través del cual ellos cobran nueva vida y se convierten en expresión del libre y estricto ejercicio de la imaginación del creador”.

En nuestro país, la obra de Felguérez se ha presentado en varias ocasiones en el Museo del Palacio de Bellas Artes, así como en otros museos del INBAL, además de su trabajo constante en el Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez en su natal Zacatecas.

Recientemente, el Fondo de Cultura Económica le invitó a crear una escultura para su librería en Bogotá, Colombia, a la cual tituló El arco y la lira, en homenaje a Octavio Paz, Premio Nobel mexicano que en 1970 escribió acerca de la generación de la Ruptura y de Manuel Felguérez: “Aquellos muchachos tenían un inmenso apetito, una curiosidad sin límites y un instinto seguro. Rodeados por la incomprensión general pero decididos a restablecer la circulación universal de las ideas y las formas, se atrevieron a abrir las ventanas. El aire del mundo penetró en México”.

En otra ocasión, elogió “el rigor y la novedad en la hechura” de las obras de Felguérez, “un artista lúcido y exigente consigo mismo”.

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