“La caligrafía: la pintura de la voz”

 

Y ”La computadora y las tecnologías todavía no le ganan a la mano;
el día que le ganen estamos fritos”
Antonio Anzures Bolaños

 

 

  L  a mundialización, además de ser aquello que pasa, es lo que hoy vivimos. Ha caído sobre nosotros de forma fulminante, casi imprevista, y día a día se va imponiendo sin que podamos hacer nada para evitarlo o, cuando menos, para ejercer algún tipo de control sobre ella. En este orden de ideas, se entiende que la tecnología ha sido la punta de lanza para esta transición.

Actualmente la tecnología ha incidido en todas las facetas de nuestra vida, y la caligrafía no ha estado exenta de esa evolución. La comunicación actual brinda una diversidad y un bagaje que va más allá de la mano sobre papel. Con la Revolución Industrial y la aparición de la imprenta parecía ser el fin de esta disciplina y cercenar el papel protagónico que ha ocupado desde el siglo XVII. Pero su riqueza ha sobrevivido hasta la actualidad. Y cómo no va ser así, si el principal objetivo de dicha disciplina es conciliar los textos a través de las letras de forma estética, situación que posiciona a la caligrafía en un escalafón artístico altísimo.

Si bien es cierto que la tecnología ha sido benéfica en general para la sociedad, también ha provocado que se descuiden muchos aspectos que han sido pilares en la historia de la humanidad. Tristemente, desde hace cuatro décadas, en México no se entiende por qué las instituciones educativas abandonaron la enseñanza de la caligrafía y le dieron paso a la letra de molde para poder simplificar la escritura. Actualmente, a la primera no se le ha dado su justo valor y los medios de comunicación escrita han abandonado su propagación y enseñanza masiva.

Hoy, la caligrafía es para quienes tienen pasión por ésta como actividad artística y no como una alternativa de comunicación, de tal suerte que este oficio seguirá vigente en tanto existan grupos y promotores como Antonio Anzures, que tiene la intención de promover esta disciplina. En México, actualmente se hacen en promedio dos eventos en el WTC, donde se vende material para desarrollar esta disciplina, por año y poco a poco se sigue difundiendo la práctica de la caligrafía, pero no es suficiente.

Por todo lo anterior es muy loable y destacada la labor que se está realizando en el Museo Nacional de la Acuarela por parte de la Coordinadora de Relaciones Públicas, Paola Espino, y el grupo multidisciplinario compuesto por Jorge Gómez, Felipe de Jesús y Salvador Méndez, expertos en caligrafía, que imparten el imperdible curso “Tardes de Escritura Caligráfica”, todos los jueves de 16:00 a 19:00 hrs.
En este espacio nos invitan a descubrir y ejercitar nuestros talentos ocultos, además de vivir una experiencia sin igual, que tiene como objetivo desarrollar una disciplina que fácilmente se puede concatenar con cualquier oficio o disciplina que se practique en la cotidianeidad. La experiencia va desde cómo sentarse, cómo escribir, conocer plumas y aprender a sujetarlas, usar tintas y naturalmente comenzar con los trazos, desde los más básicos hasta los más complejos.

El museo es un espacio que está lleno de vida y con el ambiente propicio para poder poner en práctica la caligrafía, logrando así ser un momento de motivación a través de letras y trazos y accediendo a una estrecha relación entre el papel y el humano. La autogestión y la curiosidad son los grandes retos que tiene el curso, donde a partir de acuñar una memoria muscular se puede desarrollar la creatividad de una manera sorprendente.

 

Así que si usted en algún momento se interesó por el aprendizaje de letras celtas, góticas o inglesas, entre otras, o por el latín, el griego u otras lenguas más pero no ha encontrado un espacio para conocerlas, esta es su oportunidad y a un costo verdaderamente simbólico. Aproveche y dé una vuelta por Coyoacán, disfrute del ambiente colonial y desarrolle una disciplina apta para toda la familia y muy necesaria para los niños, sobre todo, pues los acercará de manera muy profunda y sutil al entendimiento de la historia, la geografía, la literatura, la ortografía, la música por medio de las letras, los trazos y los estilos.

Acerca de Luis Enrique González Castro

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