
Amanecí con el sol en mi cara
y después de dos horas
llegó la tormenta
Admito que no hay salida
que estoy atrapada
que la vida se suspendió
Renuncio a mi piel
para desterrar el deseo
huyo de la ciudad, de la multitud
El futuro empequeñece
y la alegría resbala
en mis manos de hielo
Sólo queda cerrar los ojos
y mantener la fe de oruga
en este largo proceso
Sé que las puertas no se abrirán solas
sé que soy yo
pero ahora no puedo
El frío descobija mi alma
Cronopio.MX Periodismo Cultural
