José González Gálvez

La creación del mundo

Del polen de las estrellas y del índigo de los cielos, se cinceló la figura de una mujer con sexo de leona. Con pasos lentos, se desprendió de la placenta galáctica, y sacudiendo su cabellera de viento, fue expulsada al infinito de la noche. Al morder el pecho de su madre lunar, una arteria láctea brotó del pezón como nova …

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El viaje

Lo sabes, te lo he dicho, descenderás  lentamente, poco a poco por un valle brumoso, lejano, muy anterior al pecado original. Tus pisadas se perderán en el lodazal de la incertidumbre, en la acuosidad de las palpitaciones, en el viento polar de las voces tardías, en los bacilos gelatinosos de la imaginación. Seguirás bajando con parsimonia a través de los …

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El cambio

Avergonzada, se cubrió el rostro con las manos transparentes, un diminuto filamento de luz vino, había dejado al descubierto la exquisitez de su cuerpo desnudo. Presurosa abandonó el cascarón donde se había gestado en un letargo de siete meses, y se internó en el bosque de los luceros. Su belleza modificó las veredas, el ritmo de las lluvias, el sonido …

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El viaje

Lo sabes, te lo he dicho, descenderás  lentamente, poco a poco por un valle brumoso, lejano, muy anterior al pecado original. Tus pisadas se perderán en el lodazal de la incertidumbre, en la acuosidad de las palpitaciones, en el viento polar de las voces tardías, en los bacilos gelatinosos de la imaginación. Seguirás bajando con parsimonia a través de los …

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El castigo

Después de un silencio tan eterno como el primer sueño, se dejó escuchar por espacio de una hora un sonido ronco como de trompeta. Las ciudades amuralladas se cimbraron y en breves segundos cayeron desbaratadas. Llovió fuego, azufre y estaño incandescente durante tres días con sus noches. Entre las ruinas humeantes se arrastraban escolopendras, tarántulas y escorpiones. Se descubrieron cadáveres …

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Ariadna

Ariadna se abrió anhelante al placer gestado durante las caricias febriles y los susurros mágicos. Dócil, se abrió como una gruta encantada, como un fondo marino bíblico. Después todo fueron estertores. Ariadna gemía, arañaba, se enroscaba. Terminó inundada por una erupción volcánica. El final de la obertura fue cruel, sanguinario. Ariadna aulló de dolor, pero su grito de angustia se …

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De regreso

El ruido bullía misteriosamente de entre los pantanos. Sentía temor y sin embargo había acudido a la cita. No tuve que esperar mucho tiempo, ella se acercó lenta, pausadamente, como imagen etérea a través de una clepsidra. Al llegar frente a mí, olí que su cuerpo despedía un tufo a hongos podridos y líquenes viejos, un olor penetrante como el …

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Bajo la lluvia

Los automóviles transitan rápidamente. Son las seis de la tarde, y los primeros anuncios luminosos comienzan a parpadear bajo un cielo de nubes plomizas. La luz del semáforo cambia de color, los vehículos se detienen. Sin prisa cruzo la calle. La incipiente lluvia de otoño, se anuncia bajo ráfagas de aire húmedo. Abro el paraguas. Me alejo rápidamente de la …

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Bella del día

Séverine terminó de leer el penúltimo capítulo de la novela, y después de cerrarlo se quedó pensativa, inquieta supuso que toda esa lectura bien podría tratarse de una burla del destino, o que tal vez todo fuera una equivocación. No podía imaginar que el contenido revelara en forma tan cruel la trama exacta de su mente febril y enfermiza. Dócil …

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Cita con la muerte alegre (*)

Esto es lo que soñé: Federica la Loba inició el vals. Eran exactamente las veinticuatro horas del primero de noviembre. Un buharro escandaloso revoloteó sobre la concurrencia. El salón gótico estaba iluminado con una veintena de cirios tan gruesos como columnas. La música era verdaderamente lúgubre a pesar de que la orquesta, vestida de pajarita, hacía hasta lo indecible por …

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Dentro del círculo pluscuamperfecto de las mariposas

Oscuras mariposas entrevuelan, se persiguen en las húmedas mañanas. Pablo Neruda Para Rosa Lotfe De dónde vienen, no lo sé, pero invariablemente aparecen con las primeras lluvias de otoño. En lo personal no me asustan como al resto de mi familia; por ejemplo, mi hijo menor sale corriendo, como perseguido por el demonio, cuando siente que una de esas mariposas …

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