Cosa de mujeres VI

El viaje terminó antes de comenzar, y todo porque a la zafada de Djuna, se le puso entre pecho y espalda, la disparatada idea de meterse entre los pantalones de Bruce Willis, ¡así como lo oyes! Claro que no es broma, primero pensé que era una jalada, ya conoces a Djuna, pero cuando me di cuenta que todo iba en serio, no podía dar crédito a lo que oía.
Eso fue la noche en que la encontré llorando encima de la cama rodeada con fotografías de Bruce. El delirio empezó cuando Djuna fue al cine a ver El color de la noche, y en una secuencia cachonda, miró a Bruce en la piscina, desnudo y con el pito al aire. Llegó temblando de la emoción, alelada, hablando a borbotones como ebria. ¿No te parece absurdo?, es el colmo chiflarse por una figura en la pantalla, bueno, debo ser honrada, la verdad es que el tal Bruce tiene el cuerpo impresionante, está buenísimo, y esa secuencia en que esta sin ropa y con la pinga medio parada, como que te saca de onda ¿no?, pero de eso a la realidad dista mucho, y luego con ese despliegue publicitario de su divorcio con la Demi.
Fue entonces cuando comenzaron las cartas, ¡sí las cartas!, apasionadísimas, febriles. Claro que te estoy hablando como sistercita, ya sé que son chingaderas, después de tantos planes para ir a Oaxaca, que si Santo Domingo, que si Mitla, y todo acabó en un suspiro, o para decirlo bien, en el cuerpo de Bruce.
Obviamente que estoy encabronada, tanto tiempo invertido, tantas palabras gastadas y todo se fue al carajo. Pero ahí no acaba la historia, por supuesto que hay continuación, si ya todo este sufrimiento barato se parece a los comediones de Televisa. Después de la correspondencia postal y los e-mails, continuó el delirio, y casi me voy de boca cuando me dijo que se iba a Hollywood, así de repente, bueno casi me da el ataque, pero me contuve, por supuesto que me costó trabajo, por poco y le dejo de hablar, pero luego pensé, pobre, tengo que apoyarla, a veces pasamos por esas cosas. ¿Te acuerdas cuando éramos fans de Bosé?, no te rías, estábamos prendidísimas, que gruexas ¿no?, por eso me dije cuenta hasta cien y apóyala. Pero ¿sabes qué?, Djuna verdaderamente esta chiflada, después de tanto alboroto me sale con la onda de que en lugar de irse a Hollywood quiere estar en Washington, específicamente en la Casa Blanca para apoyar a Bill Clinton, su actual objeto amoroso, y buscar a la Lewinsky para romperle la madre.
De plano ya no sé qué hacer con Djuna, por consejos no he parado, y tanto me estoy involucrando con sus líos pasionales que ya hasta me olvidé del viaje, pero que pendeja estoy, discúlpame plis, otro día te hablo con más calma y seguimos la plática, pero es que ahorita salgo como la loca para ver el estreno de Armageddon, y recrearme la pupila con el papacito de Bruce Willis, en el papel de astronauta tratando de salvar a la tierra de unos asteroides o meteoritos gigantes, ya ni se cual es el rollo, pero a estas alturas me vale un carajo el argumento.

      Octubre de 1967

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Randy Glass

Acerca de José González Gálvez

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