El corazón no es como lo pintan

Hoy desayuné zarzamoras silvestres

el sabor acidulado de sus semillas

eclosionó en un reguero de recuerdos.

En el diario escribí

tus visitas fortuitas.

Con delicadeza pinté

un corazón bizarro

dividido en tres ventrículos.

Recordé tus infidelidades tan disímiles

tus viajes en geografías diferentes.

Ahora dedico mis horas perdidas

al estudio anatómico de tu cuerpo

a la sutil nomenclatura ortodoxa

de tus pensamientos.

No existe brújula ni rosa de los vientos

que mida el derrotero del silencio.

Mathias Wolhberg desgarra el soneto londinense

Lee Min Wo atraviesa un pálido sol de Oriente

Jacobo Friedmann golpea la estrella de seis puntas.

Persigues el suicidio de Alejandra Pizarnick

enfebrecido

sin encontrar reposo.

En el devocionario de mis horas inconclusas

un triste corazón vacio

huele a cenizas congeladas.

                                                                           

                                                        Abril de 2005

captura-de-pantalla-2018-05-16-a-las-18-16-28

Acerca de José González Gálvez

Léa también

INSTANTE

  U  n instante de placer ante los últimos estertores del atardecer que se desangra …

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *